3 Técnicas para Liberarse





Como lo he dicho antes, una de las formas en que nos manipulan en este plano es con nuestras emociones, y por eso te presento las siguientes opciones para equilibrarlas, esto según del método Sedona.










3 FORMAS DE DE LIBERACION EMOCIONAL

A) DECIDIR LIBERARSE DE UN SENTIMIENTO NO DESEADO (DECIDIR SOLTAR)

Ponte cómodo y mira en tu interior. Puedes tener los ojos abiertos o cerrados.

Paso 1: Concéntrate en una cuestión sobre la que te gustaría sentirte mejor, y luego permítete sentir lo que sientas en ese momento. No tiene por qué ser un sentimiento fuerte. De hecho, puedes comprobar cómo te sientes con este libro y qué deseas obtener de él. Limítate a aceptar el sentimiento y deja que sea lo más completo y bueno que puedas.

Puede parecer una instrucción simplista, pero así debe ser. Somos muchos los que vivimos en nuestros pensamientos, en nuestras imágenes e historias sobre el pasado y el futuro, en vez de ser conscientes de cómo nos sentimos realmente en este momento. El único momento en que de verdad podemos hacer algo en relación a nuestra forma de sentir (y, en este sentido, a nuestra profesión y a nuestra vida) es AHORA. No hay por qué esperar a que un sentimiento sea fuerte para soltarlo. De hecho, si te sientes entumecido, alicaído, confuso, solo o vacío en tu interior, son sentimientos que se pueden soltar con la misma facilidad que otros más reconocibles. Basta con que hagas todo lo que puedas. Cuanto más trabajes con este  Proceso, más fácil te será identificar lo que sientes

Paso 2: Hazte una de las siguientes preguntas:
• ¿Podría soltar este sentimiento?
• ¿Podría permitir que este sentimiento estuviera aquí?
• ¿Podría aceptar este sentimiento?
Estas preguntas no te plantean otra cosa más que si es posible emprender esta acción. «Sí» y «no» son, ambas, respuestas aceptables. Muchas veces soltarás aunque digas «no». Responde lo mejor que sepas la pregunta que hayas escogido con un mínimo de reflexión, evitando darle vueltas o entrar en un debate interno sobre las ventajas de esa acción o sus consecuencias.

Todas las preguntas empleadas en este proceso son deliberadamente sencillas. No son importantes por sí mismas, pero están pensadas para orientarte en la experiencia de la liberación, en la experiencia de dejar de aferrarse. Ve al Paso 3, cualquiera que haya sido tu respuesta a la primera pregunta.

Paso 3: Cualquiera que sea la pregunta con la que empezaste, hazte ahora esta sencilla pregunta: ¿Lo haría? En otras palabras, ¿estoy dispuesto a soltar? Una vez más, aléjate todo lo que puedas del debate. Recuerda también que siempre haces este proceso para ti mismo, con el objetivo de lograr tu propia libertad y claridad. No importa si el sentimiento está justificado, viene de antiguo o es correcto.  Si la respuesta es «no», o si no estás seguro, pregúntate: ¿Preferiría tener este sentimiento, o quisiera ser libre? Aunque la respuesta siga siendo «no», ve al Paso 4.

Paso 4: Hazte esta sencilla pregunta: ¿Cuándo?
Es una invitación a liberarte AHORA. Es posible que te veas liberándote con toda facilidad. Recuerda que el soltar es una decisión que puedes tomar en cualquier momento que quieras.

Paso 5: Repite los cuatro pasos anteriores tantas veces como sea necesario, hasta que te sientas libre de ese sentimiento concreto.
Es probable que te encuentres con que, en cada fase del proceso, vas soltando un poco más. Al principio, los resultados quizá sean muy sutiles. Pero si eres constante, enseguida habrá más resultados y más evidentes. Tal vez veas que existen diversas capas de sentimientos sobre un determinado tema. Pero lo que sueltes soltado está

B) ACEPTAR EL SENTIMIENTO Y DEJAR QUE LA EMOCION SIMPLEMENTE EXISTA

Es posible que hayas observado que cuando te centraste en tus sentimientos en el Paso 2 del proceso de liberación anterior, los soltaste. Simplemente se desvanecieron.
Como empleamos tanto tiempo en resistir y reprimir nuestros sentimientos, en vez de dejarlos que fluyan con libertad en nosotros, aceptar o dejar que exista un sentimiento muchas veces es lo único que se necesita para permitir que se suelte.
Mi alumna Natalie aprendió a liberarse sin esfuerzo reconociendo sus sentimientos del momento. Como persona que todos los días se desplaza en automóvil al trabajo, y por su inquietud, solía tener muchos problemas con los camiones en la carretera. Se le atropellaban en la mente pensamientos ruidosos e imágenes truculentas de accidentes, y sentía auténtico pánico. Luego empezó a escuchar una cinta sobre liberación guiada de uno de nuestros programas de audio mientras iba y venía del
trabajo por la carretera nacional. Hablaba consigo misma. «¿Así que tienes ansiedad?» «Sí, tengo ansiedad». «¿Serías capaz de dejarte sentir tanta ansiedad como sientes?». «Sí». Descubrió que, en poco tiempo, lo había superado. Con el simple hecho de permitir su miedo en vez de hacerle frente, sus sensaciones físicas de respiración rápida y temblores desaparecieron, y se mente se tranquilizó

C) SUMERGIRSE EN EL PROPIO NUCLEO DE LA EMOCION

La experiencia de liberarse mediante la inmersión puede ser completamente distinta de los procesos antes descritos. En primer lugar, no es recomendable que intentes sumergirte mientras hagas otra cosa. Funciona mucho mejor cuando te tomas tu tiempo para centrarte en tu interior. Y cuando mejor funciona es cuando se está en contacto con un sentimiento más fuerte.
Esto es lo que puedes experimentar: recibes una noticia que te afecta. Empiezas a experimentar una fuerte sensación de miedo o pena, y tienes ocasión de tomarte unos minutos para liberarte. Siéntate, cierra los ojos y relájate ante el sentimiento lo mejor que puedas. Luego hazte preguntas del siguiente tipo:

• ¿Qué hay en el núcleo de este sentimiento?
• ¿Podría permitirme adentrarme conscientemente en ese núcleo?
• ¿Podría permitirme sumergirme en él?
Probablemente, con el tiempo descubrirás tu propia versión de estas preguntas a medida que trabajes con ellas. Te puedes imaginar a ti mismo realmente sumergiéndote en el centro del sentimiento o puedes encontrarte con que sólo sientes qué hay en ese núcleo.
Una vez que empieces a profundizar, es posible que experimentes diversas imágenes y sensaciones. También puedes observar que el sentimiento se intensifica temporalmente. Así que sigue  Preguntándote: ¿Podría profundizar aún más? Anímate a descender a mayores profundidades, más allá de cualquier imagen, sensación o historia que te puedas contar sobre ese sentimiento.
Al persistir en esta dirección, llegarás a un punto en que algo revienta en tu interior, o quizá observes que ya no puedes profundizar más. Sabrás que has llegado al núcleo cuando tengas el espíritu tranquilo y te sientas en paz interiormente. Hasta es posible que te veas bañado por una luz interior o rodeado de un vacío y un silencio cálidos y agradables. Si no estás seguro, si te atascas y crees que no puedes seguir adelante en este proceso, o si no te sientes completo y libre del sentimiento original, pasa a una de las otras formas de liberación. Recuerda que, si el sentimiento sigue siendo fuerte o incluso se ha intensificado, es que no has llegado al núcleo. Todos los sentimientos, excepto el de paz, están en la superficie. Quizá sea esto algo distinto a lo que se te haya dicho anteriormente acerca de profundizar en un sentimiento. Muchos evitamos sumergirnos en éste, porque tenemos miedo de perdernos o de que empeore. Sin embargo, si realmente consigues traspasar la superficie y llegar al auténtico núcleo, descubrirás que no hay nada más lejos de la verdad, como descubrió mi alumna Margie.
Margie llegó a clase con un profundo sentimiento de pena que arrastraba desde hacía más de diez años, desde que se sintió traicionada por las personas de otra organización de autoayuda. Sin entrar en los detalles de la historia, decidimos de mutuo acuerdo que sumergir- se en la pena sería la mejor forma de que consiguiera soltarla. Le hice las preguntas antes señaladas, y al principio su pena se agudizó.
Cuando empezó a llorar, me limité a animarla a que fuera más allá de las sensaciones y la historia, y seguimos con el proceso. Para sorpresa de Margie, en sólo unos minutos, entró en un estado de profunda paz. Después decía que había evitado la pena porque se sentía como si se estuviera ahogando en un mar  de dolor. Una vez liberada, se dio cuenta de que la pena sólo estaba en la superficie. Lo que en realidad había estado evitando en su interior, sin saberlo, era un mar de amor.
La mayoría de las personas, cuando trabajan con este sistema de liberación, observan que cada vez les resulta más fácil penetrar en el núcleo de cualquier emoción y dejar que se disuelva. Notan que todo sentimiento, por traumático que sea, tiene poca sustancia, y que es más el ruido que las nueces


En resumen  (la respuesta que siempre sea “sí” para todo)

A. Soltar
Paso 1. Concentrarme sobre cómo me gustaría sentirme
               Ej. Si estoy triste digo : “quiero sentirme alegre” (aquí paso 2, respuesta 2 ó 3)
              o la otra opción  “me siento triste” (aquí paso 2, respuesta 1)

Paso 2. Preguntarme
• ¿Podría soltar este sentimiento?  Resp./ SI
• ¿Podría permitir que este sentimiento estuviera aquí? Resp./ SI
• ¿Podría aceptar este sentimiento? R/ SI
Paso 3  preguntarme ¿lo haría? o ¿Estoy dispuesto a soltar?  Resp./ SI
Paso 4 preguntar ¿CUANDO? Resp./   ¡AHORA!
Paso 5 Repetir los 4 pasos anteriores hasta cambiar la emoción

B. Aceptar el Sentimiento
Reconocer lo que siento preguntando, por ejemplo:
    Así que siento  tristeza (o cualquier sentimiento) Resp./  SI!!, TENGO TRISTEZA
    Sería capaz dejar sentir tristeza (o cualquier sentimiento) Resp./  SI


C. Sumergirse en el propio núcleo de la emoción
Siéntate, cierra los ojos y relájate ante el sentimiento lo mejor que puedas. Luego hazte preguntas del siguiente tipo:

• ¿Qué hay en el núcleo de este sentimiento?
• ¿Podría permitirme adentrarme conscientemente en ese núcleo?
• ¿Podría permitirme sumergirme en él?


Como ves son tres formas sencillas para comunicarme con mi ser interior, y de esta forma ir practicando hasta alcanzar el equilibrio entre lo emocional y el pensar.

Que el equilibrio y la armonía estén en ti. Como siempre, analiza y saca tus conclusiones.

No olvides dejar tus comentario o preguntas, para tener diferentes ángulos de ver las cosas.

revo

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